Las elecciones autonómicas de Cataluña celebradas el 12 de mayo de 2024 han marcado un punto de inflexión en el panorama político de la región, con resultados que invitan a analizar el peso del independentismo en cada una de sus provincias. En Tarragona, una provincia históricamente diversa en sus afinidades políticas, los resultados electorales ofrecen pistas sobre la vigencia del proyecto independentista. Este artículo reflexiona sobre si Tarragona puede considerarse mayoritariamente independentista a la luz de los datos de las últimas elecciones y el contexto sociopolítico.
Contexto electoral: un cambio en el tablero político
Las elecciones de 2024 en Cataluña estuvieron marcadas por un retroceso significativo del bloque independentista, que perdió la mayoría absoluta en el Parlament por primera vez en cuatro décadas. Según los resultados, los partidos independentistas (Junts per Catalunya, Esquerra Republicana de Catalunya -ERC-, CUP y Aliança Catalana) sumaron 61 escaños, frente a los 68 necesarios para la mayoría absoluta, un descenso notable respecto a los 74 escaños obtenidos en 2021. Este cambio refleja una disminución del apoyo al independentismo, influida por factores como la fragmentación entre los partidos soberanistas, la baja participación en feudos independentistas y un posible trasvase de votos hacia opciones no independentistas, especialmente el PSC.
En la provincia de Tarragona, que reparte 18 escaños en el Parlament, el PSC se consolidó como la fuerza más votada, obteniendo 6 escaños con un 25,43% de los votos, seguido de Junts con 5 escaños (21,28%) y ERC con 3 escaños (16,09%). El PP y Vox también lograron representación, con 2 escaños cada uno, mientras que la CUP y otros partidos independentistas menores no alcanzaron escaños en esta provincia. La participación en Tarragona fue del 55,51%, un aumento respecto al 51,2% de 2021, lo que sugiere una mayor movilización del electorado, especialmente en áreas urbanas como la capital y su área metropolitana.
Tarragona: un mosaico político
Tarragona, a diferencia de provincias como Girona o Lleida, donde el independentismo ha tenido históricamente un apoyo más sólido, presenta un perfil político más heterogéneo. Su ubicación en el litoral mediterráneo y su composición demográfica, con una mezcla de población urbana, rural y un significativo porcentaje de residentes de origen no catalán, influyen en sus preferencias electorales. En las elecciones de 2024, el PSC se impuso en la mayoría de los municipios de la provincia, incluyendo la capital, Tarragona, donde obtuvo un 28,02% de los votos, seguido por el PP (17,75%) y Junts (15,69%). ERC, que en 2021 fue la fuerza más votada en la provincia con un 24,49%, cayó al cuarto lugar con un 12,43%.
El retroceso de ERC, que perdió 13 escaños a nivel regional, es particularmente notable en Tarragona. En 2021, los republicanos lideraron en 264 municipios catalanes, muchos de ellos en la cuenca del Ebro, un área tradicionalmente afín a ERC. En 2024, sin embargo, solo lograron ser la fuerza más votada en 47 municipios de toda Cataluña, y en Tarragona, únicamente en tres localidades de la región de Tabarnia (Relinars, Vilallonga del Camp y Pratdip). Por su parte, Junts, liderado por Carles Puigdemont, consolidó su posición como la principal fuerza independentista, ganando en municipios como Tortosa y Valls, pero sin superar al PSC en la provincia en su conjunto.
¿Mayoría independentista en Tarragona?
Para determinar si Tarragona es mayoritariamente independentista, es necesario analizar el peso combinado de los partidos independentistas en la provincia. En 2024, Junts (21,28%), ERC (16,09%) y la CUP (que no obtuvo escaños, pero sí votos) sumaron aproximadamente un 40% del voto en Tarragona, frente al 60% de los partidos no independentistas (PSC, PP, Vox y Comuns Sumar). Estos datos contrastan con los de 2021, cuando el bloque independentista superó el 50% de los votos en la provincia, lo que permitió a ERC liderar el reparto de escaños.
La pérdida de apoyo al independentismo en Tarragona puede explicarse por varios factores. Primero, la baja participación en municipios tradicionalmente independentistas, que cayó un 5,8% en aquellos donde el secesionismo obtuvo más del 75% del voto en 2021, frente a un aumento general de la participación en la provincia. Segundo, el trasvase de votos de ERC al PSC, especialmente en el área metropolitana de Tarragona y en el litoral, donde los socialistas han consolidado su hegemonía. Tercero, la fragmentación del voto independentista, con la irrupción de Aliança Catalana, que, aunque obtuvo solo dos escaños a nivel regional (ninguno en Tarragona), pudo restar votos a Junts y ERC en algunos municipios.
Además, la región conocida como Tabarnia, que incluye Tarragona y el área metropolitana de Barcelona, ha jugado un papel clave en el declive del independentismo. En esta zona, que concentra el 78% del electorado catalán, el PSC obtuvo un apoyo abrumador, captando un 84% de los votos constitucionalistas y beneficiándose de una movilización electoral que creció hasta un 55% en Tarragona. Este fenómeno sugiere que los votantes de Tarragona, especialmente en áreas urbanas, priorizaron opciones moderadas o centradas en cuestiones sociales y económicas sobre el discurso independentista.
Reflexión: ¿Qué significa esto para Tarragona?
Los resultados de 2024 indican que Tarragona no es mayoritariamente independentista. Aunque partidos como Junts y ERC mantienen un apoyo significativo, especialmente en áreas rurales y en municipios de la cuenca del Ebro, el bloque independentista no logró superar el 50% de los votos ni en la provincia ni en la capital. La victoria del PSC, junto con el ascenso del PP y la estabilidad de Vox, refleja una preferencia por opciones que abogan por la unidad dentro de España o por un enfoque más pragmático en la gestión autonómica.
Sin embargo, sería simplista afirmar que el independentismo ha desaparecido en Tarragona. La presencia de Junts como segunda fuerza y el arraigo de ERC en ciertos municipios muestran que el sentimiento independentista sigue vivo, aunque debilitado. La fragmentación del bloque soberanista, la desmovilización de su electorado y la falta de una estrategia unitaria, como señaló Carles Puigdemont tras los comicios, han contribuido a su retroceso. Además, el aumento de la participación en áreas urbanas, donde el PSC tiene más fuerza, ha diluido el peso del voto independentista.
Conclusión
A tenor de las elecciones catalanas de 2024, Tarragona no puede considerarse mayoritariamente independentista. El dominio del PSC, con un 25,43% de los votos y 6 escaños, junto con el crecimiento de partidos no independentistas como el PP, señala un cambio en las prioridades del electorado tarraconense, que parece inclinarse por opciones que priorizan la estabilidad y la convivencia dentro del marco español. Aunque el independentismo conserva un apoyo relevante, especialmente en zonas rurales, su influencia ha disminuido significativamente en comparación con 2021. Este panorama refleja una Tarragona diversa, donde las identidades catalana y española coexisten en un equilibrio dinámico, marcado por un deseo de superar la polarización del procés y avanzar hacia un futuro más pragmático.
La evolución del sentimiento independentista en Tarragona dependerá de cómo los partidos soberanistas logren recomponerse y de si el PSC, liderado por Salvador Illa, consolida su proyecto como una alternativa atractiva para una provincia que, por ahora, parece apostar por la moderación.